09 diciembre 2005

Diario

Hace apenas un suspiro, cuando tenía 22 años, me senté en un vagón del metro y empecé a leer La Conjura de los Necios. Ahora, acabo de levantar la vista de la última palabra del libro y he descubierto que tengo 65 años, el pelo canoso y un cheque que pone 'jubilación'. Esa ha sido mi vida.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

eso que cuentas no es verdad, pero no es bueno que tu lo creas.
hay demasiada gente esperándote.

Anónimo dijo...

yo tambien leo muy despacio

Anónimo dijo...

Coño, me he perdido en una semana 40 años de tu vida. Mal, mal, mal. No me puedo permitir estos despistes... Un abrazo. Sergio, tu otro "primo"

Meridiana dijo...

No sé qué hacemos tú y yo perdidos en un diario deportivo, no lo sé, de verdad, estamos perdiendo el tiempo. Lo nuestro es otra cosa, otro estilo.
Sé que La conjura de los necios no la terminarás a los 65 años, porque cuando me la recomendaste a mí, aún tenías 23...

Anónimo dijo...

No se puede dejar pasar la vida así. Ya es demasiado breve como para no hacerla fuertemente intensa. Creo que cuando me pregunten a qué me dedico, responderé eso: a hacer que mi vida sea intensa. Y si me dejan ser una periodista intensa, mejor!! jajaja
En cuanto al relato, breve pero muy INTENSO