04 febrero 2011

El comeuñas

Se ha documentado, por la propia confesión de los afectados, la existencia de un animal en las redacciones de los periódicos. Se llama comeuñas y tiene forma de perro salchicha aunque sus dimensiones sean diminutas. La cabeza gira en cualquier dirección, como una albóndiga en la mano de una cocinera cuando le está dando su forma circular. Por eso, la boca, afilada como la de un tiburón, y los ojos, achinados y de pupilas rojas, no tienen un punto de anclaje y pueden desplazarse libremente a lo largo de toda la superficie craneal. Sus patas cortas y el cuerpo alargado, tubular y forrado por una suave capa de pelo recuerdan, efectivamente, a la de los teckel o dachshund, pero sus medidas no. El ejemplar más grande que se recuerda medía 20 milímetros escasos antes, evidentemente, de la brutal crecida que experimentan (multiplican por 20 su tamaño) cuando consiguen comerse las 10 uñas de las manos de un redactor, ni una más ni una menos. Por fortuna, son pocos los periodistas que utilizan el pulgar para teclear, por lo que pocos comeuñas han completado su expansión.
El comeuñas se localiza, exclusivamente, en los teclados de las computadoras de los diarios de tirada nacional. Cualquier sección es válida para un comeuñas, aunque estadísticamente se han encontrado más veces en los ordenadores del departamento de cierre ya que por su horario laboral (de 19:00 a 03:00 de la madrugada), los trabajadores adscritos a esta sección suelen cenar bocadillos en el puesto de trabajo. Las migas de pan y las pequeñas porciones de chorizo que caen entre las teclas disparan la voracidad del comeuñas. Cuando los restos de las viandas han terminado, el comeuñas se dedica a la actividad que le da nombre para saciar su apetito. Degluten la uña avanzando lateralmente, exactamente de la misma manera en la que los personajes de dibujos animados se comen una mazorca de maíz. Las víctimas no notan nada hasta que el comeuñas alcanza la raíz de la uña, que tiene conexiones nerviosas, ya que, mientras tanto, estos extraños animales sólo les han devorado la queratina (parte insensible). Los afectados descubren que han sido atacados por un comeuñas cuando no son capaces de soportar el dolor que les produce en la punta de los dedos el cotidiano acto de teclear.

No hay comentarios: